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Conductas alimentarias de riesgo y exceso de peso

La presión social para mantener un cuerpo delgado y estilos de vida “perfectos y saludables” que vemos en tantos lugares y que es especialmente fomentado en redes sociales, ha orillado a muchas personas, principalmente mujeres, a tener conductas alimentarias de riesgo desde muy temprana edad y que se van perpetuando a lo largo de la vida, ocasionando un ciclo de insatisfacción corporal y con la forma de comer, que lejos de resolver el problema del peso, lo mantiene y lo agrava.

Algo que observo con frecuencia es cómo algunas personas al sentirse insatisfechas con su cuerpo, empiezan a omitir tiempos de comida (dejar de desayunar o de cenar, principalmente), a omitir algún grupo de alimentos (“carbohidratos”, por lo más común: cero arroz, cero pan, cero tortillas, etcétera), castigarse “por haber comido de más” o consumir productos de dudosa procedencia que ocasionen inhibir el apetito o “acelerar el metabolismo”. Lo que lleva a ciclos “yo-yo”, que se caracterizan por pérdida de peso con una enorme dificultad para mantenerlo, ganancia de peso (que casi siempre termina en tener un peso mayor al peso inicial), acompañada de insatisfacción corporal, que conlleva a intentar nuevas cosas que por lógica “necesitarían ser más extremas que lo inicial”.  

Este ciclo es el que suele ser antesala de conductas alimentarias de riesgo, que es importante identificar, para frenar y sanar esa relación con tu cuerpo y con tu forma de comer.

¿Qué es una conducta alimentaria de riesgo?

Las conductas alimentarias de riesgo son manifestaciones similares a un trastorno de la conducta alimentaria, pero que se presentan con menor frecuencia e intensidad.

Por lo general, se desarrollan desde la infancia o edades jóvenes y si no se les da tratamiento, se perpetúan a lo largo de la vida.

¿Cuáles son las conductas alimentarias de riesgo?

  • Atracones.
  • Ayunos prolongados.
  • Omitir alimentos importantes para el cuerpo.
  • Uso de dietas extremas.
  • Ejercicio extremo.
  • Consumo de productos “milagro” principalmente para inhibir el apetito o “acelerar el metabolismo”.
  • Preocupación constante y persistente por subir de peso. 
  • Sensación de falta de control ante la comida.

¿Qué puedo hacer si identifico que he caído en alguna de estas conductas de riesgo?

Si identificas que has realizado alguna de estas conductas de riesgo o si te sientes con una constante incomodidad con tu forma de comer, con tu cuerpo y con los intentos que has tenido que hacer para que esto cambie, la solución inicia con acercarte a un profesional de la salud especialista en salud mental (psicólogo) y a un nutriólogo especializado en manejo de peso, con sensibilidad en conductas alimentarias de riesgo. La combinación de terapia psicológica y de nutrición tienen buenos resultados para dar un manejo de raíz que te permita ir sintiéndote mejor con tu cuerpo a la vez que mejoras tu forma de comer y adquieres nuevos hábitos de alimentación, de un modo más compasivo. 

¡Una mejor relación con tu cuerpo y tu alimentación es posible! Inicia con el acto de abrazarte a ti misma y decidirte a romper el ciclo, para empezar una forma de comer más armónica contigo y con tu salud. No esperes más y acude con un profesional que pueda acompañarte en este proceso. 

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Medicamentos que pueden ayudar con la pérdida de peso

ANÁLOGOS DE GLP1, ¿QUÉ SON? 

Los análogos de GLP-1 son medicamentos que, desde hace varios años, se utilizan para el control de la glucosa en personas que viven con Diabetes Mellitus Tipo 2, entre quienes se empezaron a observar pérdidas de peso, que en conjunto con cambios en la alimentación y ejercicio, fueron mayores que en aquellas que utilizaban otro tipo de fármacos. Es por eso que se empezó a investigar su uso con la finalidad de dar tratamiento a la obesidad.

¿Cuáles son?

En México, pueden encontrarse: 

  • Liraglutide (nombres comerciales: Saxenda y Victoza)
  • Semaglutide (Ozempic, Rybelsus)
  • Dulaglutide (Trulicity)

Estos medicamentos han sido aprobados para el manejo de la diabetes mellitus tipo 2 y el único que cuenta con autorización para utilizarse como tratamiento para la obesidad en personas que no viven con diabetes, es Liraglutide en dosis más elevadas (Saxenda). Sin embargo, todos han sido utilizados en personas que viven con exceso de peso y tienen alteraciones en la glucosa (prediabetes o Diabetes Mellitus tipo 2), observándose en promedio, pérdidas de peso que van del 7 al 12% en un año, dependiendo del medicamento utilizado y del apego a cambios en la alimentación y ejercicio.

Una característica que tienen en común estos medicamentos (salvo Rybelsus), es que se administran con inyección y  según el tipo de fármaco puede ser diaria o semanal. Esta forma de administración, puede causar confusión, pues varias personas piensan que se trata de insulina (que se administra por inyección también), pero ambas son sustancias totalmente distintas.

¿En qué casos se indican y quién debe indicarlos?

Victoza, Ozempic, Rybelsus y Trulicity son medicamentos que se utilizan como parte del manejo de la glucosa en sangre.

A la fecha, Saxenda es el único medicamento de este tipo, que puede utilizarse para el control de peso en personas que no viven con diabetes mellitus tipo 2. 

La dosis y los casos en que se utilizan siempre deben ser decisión de un médico especialista, después de una valoración de la persona y como parte de un tratamiento que involucre al menos cambios en la alimentación y ejercicio. 

Estos medicamentos NUNCA deben ser indicados por un profesional que no cuente con cédula de profesional de la medicina; es decir, ningún nutriólogo u otro profesional de la salud está facultado para prescribirlo. Tampoco deben indicarse como soluciones “mágicas y rápidas” para el control de peso. 

¿Cómo funcionan?

Se les denomina como análogos de GLP-1 porque imitan la acción de una hormona que se libera en el intestino después de comer, llamada “péptido similar a glucagon tipo 1 (GLP-1)”. 

En condiciones normales, el GLP-1 se libera en el intestino como respuesta a la presencia de alimentos, en específico, de nutrientes en el intestino delgado, ocasionando una liberación de insulina, que ayuda a reducir la glucosa en sangre después de la ingestión de una comida. Además, el GLP-1 ayuda a retrasar el vaciamiento gástrico, aumenta la saciedad y reduce la ingesta de alimentos.

Este tipo de medicamentos, al administrarse, aumentan la sensación de saciedad, provocando un menor consumo de alimentos. Esto permite que sea más sencillo poder llevar un plan de alimentación y cambios en la forma de comer, que conduzcan a pérdidas de peso más sostenibles. 

¿Tienen efectos secundarios? 

Dado que actúan a nivel intestinal, sus efectos secundarios suelen ser gastrointestinales, por ejemplo: 

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Diarrea

Estos efectos son más intensos en personas que no realizan cambios en su forma de comer y pueden reducirse con apoyo de técnicas y estrategias de alimentación. Este es otro de los motivos por los cuales cuando se utiliza este tipo de fármacos es importante llevar un tratamiento de nutrición.

En conclusión, esta línea de medicamentos es efectiva para el control de peso debido a la sensación de saciedad que provocan, ayudando a la persona a sentirse satisfecha con menores cantidades de alimento. 

Hay que tener en cuenta que aunque son medicamentos que aumentan su demanda y se ponen de moda por los resultados que ofrecen, no son soluciones mágicas y siempre deben ir acompañadas de un manejo adecuado, de la mano de profesionales especializados.

¿Si utilizo alguno de estos medicamentos, ya no necesito ir al nutriólogo?

Es importante llevar un tratamiento de nutrición cuando utilizas estos medicamentos, de hecho, su efectividad está comprobada en personas que siguen un plan de alimentación. Como tendrás menos apetito, si buscas a un nutriólogo que comprenda cómo funcionan estos medicamentos, puede ayudarte a elegir mejor qué comer y tener un tratamiento integral de cambio de hábitos.


Puede ser más fácil seguir un plan de alimentación cuando utilizas este tipo de medicamentos, pues el hambre es mucho menor, eso facilita realizar cambios en tu forma de comer.


También es importante seguir pautas determinadas de alimentación, que permitan aminorar los síntomas gastrointestinales característicos del uso de este tipo de medicamentos.

Fuentes:
SCOPE E-Learning Course. Pharmacotherapy for Obesity. 2022.
Thomas E. et al. Low adoption of weight loss medications: A comparison of prescribing patterns of antiobesity pharmacotherapies and SGLT2s. 24 (9) 1955-1961. 2016. Obesity. doi: 10.1002/oby.21533
Zheng H. et al. Neural systems controlling the drive to eat: mind versus metabolism. 23:75-83. 2008. Physiology. doi: 10.1152/physiol.00047.2007
Castro R. Agonistas del GLP-1: fármacos para la diabetes y pérdida de peso. 11 de agosto de 2022. Mayo Clinic.
Escalada F. J. Fisiología del GLP-1 y su papel en la fisiopatología de la diabetes mellitus tipo 2. Medicina Clínica. 143(S2). 2014. doi: 10.1016/S0025-7753(14)70101-0